Nunca hemos sido humanos, y mucho menos hombres
Nunca hemos sido humanos, y mucho menos hombres es un préstamo lingüístico de Donna Haraway que sirvió para activar cuestionamientos en torno a qué es lo humano y quién es humano. La RAE define el término como 1. adj. Dicho de un ser: Que tiene naturaleza de hombre (‖ ser racional), lo que da a entender que la humanidad se conforma desde la razón y la masculinidad hegemónica, denotando a su vez la posición colonial y machista de dicha institución, al preservar estructuras obsoletas que norman la realidad. En este sentido, la propuesta curatorial apunta a imaginar otras posibilidades y lugares de enunciación, y es por ello que se creó este este micro-ecosistema, en el cual habitan diversas técnicas, materialidades, identidades, historias y cuestionamientos en torno a la subversión, el género, las tecnologías, el juego, la naturaleza y lo monstruoso, conformando una familia de relaciones extrañas y expansivas.