








"Duerme tranquila" se enmarca en el contexto del estallido social chileno y las graves violaciones a los derechos humanos que ocurrieron durante ese período. La obra reflexiona sobre el papel de las instituciones y su influencia en los cuerpos, especialmente en los de mujeres y disidencias que se encuentran vulnerables, expuestos e invisibilizados. Se destaca la peligrosidad de no pertenecer a un lugar de hegemonía y poder. En la intervención, 19 cuerpos inmóviles están cubiertos por un fragmento del himno de Carabineros, lo que crea una paradoja entre el sueño y la muerte. La tela que los cubre funciona como una materialidad que, aunque ofrece cierta protección, también ejerce una opresión sobre ellos.