




La intervención resalta al río Valdivia como un lugar de memoria, considerando crímenes como el de María Carolina Hidalgo y múltiples intentos de femicidio en esa zona, así como otras víctimas que han desaparecido u ocultado en las profundidades acuosas. La acción inserta un mensaje directo de manera simbólica, no solo como denuncia, sino también como un homenaje. El flujo impredecible de las corrientes de agua permite que el mensaje se difunda de manera organica. Performer: Pilar Celedon. Registro fotográfico y confección de arreglo floral: Gaspar Sepúlveda, Registro Audiovisual: Margarita Carrasco. Idea original y dirección creativa: Valentina Inostroza